PLAN LECTOR DE MATEMÁTICAS
Para esta semana les traemos El Plan Lector de Matemáticas sobre la Educación Económica y Financiera elaborado por la docente del Instituto de Promoción Social, IPS, Margarita Gómez Dugarte.
Había una gran familia que se reunía una vez al mes
en casa de los abuelos para comer todos juntos. Ese día el abuelo le daba una
moneda a cada nieto, y lo habitual es que fueran corriendo a la tienda a
comprar dulces. Pero su abuelo les quiso
enseñar una lección, les propuso lo siguiente:
Tenéis que intentar guardar todo el dinero que os voy a ir dando
durante el próximo año. El que más
dinero haya logrado ahorrar tendrá un premio por mi parte.
Y pasó lo lógico, los más pequeños no pudieron
aguantar y se gastaron el dinero en dulces como siempre, no tuvieron paciencia
para aguantar un año. Otros ahorraron un
poco, pero se gastaron parte del dinero en dulces y juguetes, otro se lo había
jugado en láminas con sus compañeros y había perdido todo el dinero. Y quedaban los dos niños mayores, cada uno
había hecho una cosa diferente. El mayor
había logrado guardar todo el dinero que su abuelo le había regalado mes tras
mes. Llegó a la comida familiar y todos
le aplaudieron por su constancia y su enorme capacidad de ahorro. El abuelo le dio la misma cantidad que había
ahorrado como premio. El otro niño no
dijo nada, la familia dio por hecho que se había gastado el dinero y no le
prestaron atención. Pero en realidad
tenía un plan, lo que pasa es que no le había dado tiempo a acabarlo en sólo un
año.
Durante el año siguiente el abuelo siguió dando el
dinero como siempre, no dijo nada de seguir ahorrando, les dejó total
libertad. Cuando pasaron dos años, el niño que no había dicho nada, que
todos habían dado por hecho que no había sabido ahorrar, les reunió a todos en
la comida familiar, sacó una guitarra y les dio un concierto estupendo con
canciones de los tiempos de sus padres y abuelos. Entonces decidió revelar su plan: En la
parada de Metro más cercana a su casa había un señor que tocaba la guitarra
para pedir limosna. El niño le dijo que
quería aprender a tocar la guitarra y que le daría lo que ahorrase con la plata
que le daba su abuelo. Al músico le hizo
gracia y le fue enseñando, semana a semana, durante dos años. El niño aprendió a tocar tan bien que ambos
tocaban en el Metro y fueron ganando dinero, suficiente como para poder
comprarse su propia guitarra, con la que le había dado el concierto a su
familia.
Así
somos en nuestra sociedad, la mayoría no sabe ahorrar porque no controlan su
ritmo de vida. Otros lo intentan, pero
tienen poca constancia. Los hay que
siguen ahorrando y comprando las cosas que necesitan una vez han ahorrado el
dinero suficiente. Y están otros que en
lugar de gastar el dinero en tener más cosas prefieren invertirlo en ser personas más completas.
Es
muy bonito enseñar a ahorrar, pero es
más importante enseñar a los hijos que es mejor ser que tener.
A continuación presentamos la segunda lectura:
MI INVERSION
Chente
estaba muy contento de ver que sus amigos estaban tan interesados en aprender
sobre Educación Financiera. Entonces les
dijo: —Ahorrar es tomar la decisión de guardar el
dinero para gastarlo más tarde en algo que consideramos valioso. En cambio, invertir
es hacer que ese ahorro aumente, que “nuestro dinero trabaje” generando un
dinero extra, una ganancia, a la cual se le conoce como rendimiento.
De esa forma, aumentan nuestros ahorros.
¿Cierto, Chente? —preguntó Susi
entusiasmada—. ¡Yo quiero aprender a
ahorrar y a invertir mi dinero! —¡Yo también! ¿Cómo lo hacemos? ¡Enséñanos, Chente,
frotando sus manos (eso lo hacía cuando estaba muy contento), contestó: —¡Es
súper sencillo, niños! En lugar de que
sus papás les entreguen su dinero, deberán de depositarlo en una cuenta de
ahorro de inversión infantil en cualquiera de las entidades bancarias en
Colombia. Bancolombia ofrece la cuenta
Banconautos para niños entre 0 y 13 años de edad, el banco BBVA ofrece para
niños menores de 13 años la cuenta Blue Kids,
El Banco Caja Social
ofrece la Tuticuenta, un producto de ahorro dirigido a niños entre 7 y 17 años. Entonces, Diego dijo: —Vaya, pues sí es sencillo, Chente… De esa forma, será más fácil llevar un control para no gastar mis ahorros en otras cosas que no tengo planeadas. Y yo aprenderé a ahorrar mi dinero… ¡Ah! Y también a invertirlo. ¡Súper! — exclamó Susi. Chente agregó, sonriendo: —Por cierto, en Banco Caja Social el monto de apertura es $10.000. ¿Los tienen? Los dos niños exclamaron contentos: —¡Sí! ¡Sí los tenemos. Un poco más tarde, Diego preguntó: —Oye, Chente, ¿en verdad es seguro ahorrar e invertir nuestro dinero en estos bancos? No quisiera volver a perder mis ahorros. Chente contestó: —¡Qué bueno que haces esa pregunta, Diego! Es súper seguro, pues el Gobierno es el que garantiza que no le pase nada a tu ahorro e inversión. —Ésas son muy buenas noticias, Chente— dijo Diego, feliz.
ofrece la Tuticuenta, un producto de ahorro dirigido a niños entre 7 y 17 años. Entonces, Diego dijo: —Vaya, pues sí es sencillo, Chente… De esa forma, será más fácil llevar un control para no gastar mis ahorros en otras cosas que no tengo planeadas. Y yo aprenderé a ahorrar mi dinero… ¡Ah! Y también a invertirlo. ¡Súper! — exclamó Susi. Chente agregó, sonriendo: —Por cierto, en Banco Caja Social el monto de apertura es $10.000. ¿Los tienen? Los dos niños exclamaron contentos: —¡Sí! ¡Sí los tenemos. Un poco más tarde, Diego preguntó: —Oye, Chente, ¿en verdad es seguro ahorrar e invertir nuestro dinero en estos bancos? No quisiera volver a perder mis ahorros. Chente contestó: —¡Qué bueno que haces esa pregunta, Diego! Es súper seguro, pues el Gobierno es el que garantiza que no le pase nada a tu ahorro e inversión. —Ésas son muy buenas noticias, Chente— dijo Diego, feliz.
Como
a Susi le gustaban las cosas claras, le preguntó al cochinito: —Chente, ¿qué
tan fácil es saber cuánto dinero tengo ahorrado e invertido en estos bancos? —Podemos
consultar el saldo de nuestra cuenta dirigiéndonos directamente al banco, o
hacer esa consulta vía internet. Es muy
sencilla de hacer. Claro, tus papás te
deben ayudar. ¿Ves qué fácil?
Chente tomó un lápiz y dijo: —Los invito
a que hagamos su Plan de Ahorro e Inversión. Diego, quien no entendió muy bien, preguntó:
—¿Nuestro qué…? El cochinito sonriendo contestó: —Un plan que les ayuda a
establecer sus metas financieras. En otras palabras, para qué van a ahorrar y
en qué van a invertir su dinero, así como calcular el tiempo que les tomará
reunir la cantidad que necesitan y a definir una fecha para cumplir esa meta. Lo mejor es hacerlo por escrito. Ahora, los invito a realizarlo. ¿Listos? Chente
comenzó la lectura, mi Plan de Ahorro e Inversión:
Primero:
escribe tu meta financiera, piensa para qué vas a ahorrar
Segundo:
¿ya conoces el
precio de aquello que quieres adquirir? busca en donde encontrar el mejor
precio, la idea es cuidar tu dinero
Tercero: calcula el tiempo que te tomara reunir
esa cantidad, busca un calendario para establecer una fecha para el
cumplimiento de tu meta financiera
Cuarto: busca un lugar seguro para realizar tu
ahorro
Quinto: cumple con tu plan de ahorro.
A continuación puedes descargar en formato pdf, nuestro Plan Lector que incluye 10 preguntas y que puedes llevar al aula de clase.
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