Era el inicio de las clases de un
nuevo año escolar, el niño triángulo asistía por primera vez a su institución
Educativa Geometría. Se sentía
emocionado y con muchas ganas de aprender. La profesora de humanidades, pidió a
los estudiantes que se presentaran ante sus compañeros y así lo hicieron: el
punto, el segmento, el ángulo, el cuadrado, el rectángulo, el rombo, etc.;
hasta él mismo se presentó como el niño triángulo de tres lados, y notaba que
sus compañeros eran diferentes a él. Antes de terminar la clase, la profesora
les dejó un trabajo, construir el árbol genealógico familiar.
El niño triangulo al regresar a su casa, preguntó a su mamá cómo era el árbol genealógico de su familia y su mamá le dijo “te contaré cómo es la historia de nuestra familia”. Nuestra familia está compuesta por la intersección de 3 segmentos que se llaman lados, como también por la unión de tres puntos no colineales que se llaman vértices y poseemos 3 ángulos internos. La raíz de nuestra familia es el polígono, que es una figura geométrica y somos bidimensionales pues tenemos base y altura.
El niño triángulo se sentía
entusiasta de haber empezado su árbol familiar, y seguía atento a lo que su
madre narraba: “nuestros lados pueden ser de igual longitud, es decir,
congruentes o pueden ser de diferente
longitud, es decir, no congruentes. Cuando
tenemos dos lados iguales y uno diferente, nos llaman isósceles. Si tenemos
tres lados iguales, nos llaman triángulos equiláteros, cuando los tres lados
son diferentes, nos llaman escalenos. En cuanto a los ángulos, si dos son agudos y
uno es recto, nos llaman triángulos rectángulos.
Sin darse cuenta había diagramado
gran parte de su familia, todo lo que su mamá le decía.
La hoja de papel le quedaba corta
para su árbol genealógico, así que inició una más. Su madre continúo, si dos de los ángulos son
agudos y uno de los ángulos es obtuso, nos hacemos llamar obtusángulo, mira
hijo, con esto termino, si los tres
ángulos son agudos, nos llamamos acutángulo.
De pronto, el niño triángulo
sintió un abrazo de su madre y le dijo: “te felicito hijo mío, has logrado terminar
el árbol genealógico de tu familia, estoy muy orgullosa de tu habilidad y
razonamiento, sólo te falta decirles a tus compañeros, que triángulo eres tú”.
Autor: Licenciado
Edgar Zavaleta Portillo
Texto tomado y adaptado de: https://www.scribd.com/doc/15607136/Cuento-Matematico-Nino-Triangulo-Edken95
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