Fuente: www.colombiaaprende.edu.co
VIAJE POR EL EMPRENDIMIENTO
Como seres humanos, tenemos
sueños y retos que nutrimos a través de nuestras experiencias diarias y las metas que nos proponemos. Para ello, podemos desarrollar competencias que nos permiten emprender viajes que nos conducen hacia dichos logros. Este viaje le permite ampliar sus horizontes a través de actitudes emprendedoras, la visión de futuro, las ideas de proyectos, la identificación de oportunidades y recursos del entorno, el autoaprendizaje, las alternativas de solución a posibles situaciones problemáticas y el plan de acción para proyectarse hacia el futuro.
En este viaje tendremos algunas estaciones.
ESTACIÓN 1. LA CULTURA Y ESPÍRITU EMPRENDEDOR
El emprendimiento es una manera de pensar, sentir y actuar que un individuo o un grupo de personas desarrollan para dar vida a un proyecto. A través de él, interpretan y transforman la realidad con creatividad, aprovechando los recursos de su entorno.
Seguramente en su vida se
cumplen varias de esas características.
Una persona es emprendedora cuando identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para apropiarla. Para llegar a ello, ha desarrollado diferentes actitudes que le permiten hacer un proyecto por su propia iniciativa. Diferentes actividades, proyectos o acciones, llevadas a cabo con un propósito, fomentan la cultura del emprendimiento. Vivir el emprendimiento significa afrontar las situaciones que se nos presentan para transformarlas y mejorar nuestras habilidades y comportamientos. Para lograrlo, la propuesta se basa en desarrollar unas actitudes que se denominan “emprendedoras” y que están presentes en todos
los campos de nuestra vida.
Las iniciativas de
emprendimiento nacen con la decisión de una o varias personas de transformar
una situación. Por ejemplo, desarrollar una idea de negocio, idear un proyecto,
solucionar un problema o mejorar las condiciones de vida y las del entorno. Los emprendedores son creativos,
perseverantes y tolerantes al fracaso; nunca se rinden. Siempre están buscando
nuevas alternativas para adaptarse a las situaciones: en síntesis, son
innovadores.
ESTACIÓN 2: TRABAJO EN EQUIPO
Recuerde: es más valiente de lo que cree, más fuerte de lo que parece y más inteligente de lo que piensa… nunca es tarde para soñar, para vivir y para volver a empezar.
Es necesario que aprendamos a
reconocer nuestras fortalezas y las habilidades que tenemos y que podemos poner
en práctica a la hora de conservar una actitud emprendedora.
Las habilidades se refieren a
las destrezas que tenemos para desarrollar diferentes acciones y/o actividades. Así, por ejemplo, hay quienes son muy hábiles para bailar, trabajar la madera, relacionarse con otras personas, trabajar con medios y tecnologías, trabajar en temas deportivos, encontrar soluciones rápidas, entre otras.
¿QUIÉNES SON LOS EMPRENDEDORES?
Tres frases antes de empezar…
“Los individuos marcan goles,
pero los equipos ganan partidos”
“Ninguno de nosotros es tan
bueno como todos nosotros juntos”
“Si quieres ir rápido, ve
solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”
El Emprendimiento Solidario es una actitud y aptitud de un grupo de personas que les permite generar nuevas ideas y proyectos de carácter colectivo para el bienestar económico y social de sus asociados o de una comunidad.
El Emprendimiento Solidario
logra grandes cambios en las sociedades, porque busca el beneficio de todos los participantes y funciona desde la ayuda mutua. Desde unos valores solidarios específicos, lo más importante es caminar todos hacia la misma dirección con pasión y compromiso para superar las dificultades. En un emprendimiento social las habilidades y capacidades de cada uno se ponen al servicio de los otros.
Las frases de la estación
destacan la importancia de
- Ser solidarios -Trabajar con dedicación - Trabajar en equipo - Trabajar fuertemente
UN PUEBLO UN PRODUCTO
Desde hace muchos años, en el
municipio de Sandoná, Nariño, las mujeres intercalan las labores de la casa con
la fábrica de sombreros de iraca. En las
veredas, las vecinas se reúnen al ritmo de los recuerdos, las noticias y las recetas, y van tejiendo los sombreros. En 1985, promovidas por asesores de Pasto, 56 tejedoras decidieron crear una cooperativa con la idea de unir esfuerzos y, en conjunto, vender directamente sus productos sin tener que recurrir a los intermediarios, que se quedaban con parte de sus ganancias. Así nació la Cooperativa de Mujeres Tejedoras de Sandoná.
Como plante, cada una puso mil pesos, y con lo que reunieron en total, alquilaron un pequeño local en el pueblo para vender los productos. Pronto este espacio resultó estrecho y se animaron a presentar un proyecto a un organismo internacional donde obtuvieron el apoyo para tener su propia sede. A los meses, las 56 mujeres
ya habían adecuado una casa grande donde podían reunirse a trabajar y exhibir
mejor sus productos. Pero en la casa
hacían falta muebles y enseres. Para conseguirlos, presentaron un nuevo
proyecto que también resultó exitoso. Pronto contaron con sillas, escritorios y un computador que desde entonces les ha permitido enviar su proyecto vía Internet a instituciones departamentales, nacionales e internacionales para establecer nuevos contactos. Presentando proyectos y tocando puertas, esta cooperativa ha financiado cursos para desarrollar nuevos diseños a partir de la iraca y ha llevado sus productos a varias ferias de Colombia, Costa Rica,
Venezuela, Bolivia y Chile.
Mentes que no le temen a cambiarle la cara
al futuro
·
La historia de una emprendedora que se atrevió a innovar y capitalizar
su idea.
Las compotas de Baby Evolution
son el único producto orgánico hecho en Colombia que ha llegado a competir a
casi todos los almacenes de cadena. Están
hechas solo de frutas orgánicas, nada de azúcar, agua ni almidón: unas gotas de
limón se encargan de conservarlas. Su
creadora, Vanessa Blum, fue esa niña que vendía en el barrio limonada y postres
hechos por ella, la que siempre tenía ganas de crear algo propio y dárselo a
los demás. Hoy, conserva el mismo
espíritu.
Su trabajo en Procolombia le
ayudó a ver que quería ser emprendedora. “Siempre estaba ayudando a las
empresas y yo soñaba estar del otro lado, no apoyando, sino que me estuvieran
apoyando”, cuenta. Quería hacer “una
empresa con unos valores distintos, crear algo propio que hiciera bien a la sociedad”.
Por eso, decidió enfocarse en ayudar a
ese 19 % de niños que, según ella, sufren de obesidad en el país; y a las mamás
que cocinan todo en la casa, incluso las compotas, a falta de productos sanos
para sus hijos. Sus empaques también son
innovadores: “Ya nos olvidamos de los potes de vidrio y los regueros. Es un empaque seguro con una tapa
antiahogamiento y 100 % reciclable”, dice.
No ha sido fácil: la creación
de empresa requiere de muchos trámites –“el proceso con el Invima es bastante
lento y complicado”, cuenta Blum– y tiene mucha competencia. Pero esto, antes que desanimarla, le ha dado
fuerzas. “Lo que me ha enseñado esta empresa
es que un ‘no’ nunca es ‘hasta aquí llegué’. Siempre es ‘por dónde me meto’, porque sí se
puede”, dice y agrega como consejo que “hay muchas entidades que apoyan el
emprendimiento, hay que aprovechar esos recursos”.
· Fabrican drones con sello
colombiano
Los hermanos Fernando, Jaime y
Rodrigo Escobar se le midieron a la industria del aeromodelismo hace 5 años,
diseñando sus propios modelos de drones y helicópteros pequeños. “En esa época no estaba el boom de estos
objetos, por lo que importarlos nos salía igual de costoso que construirlos. Entonces comenzamos las pruebas de un modelo
que al principio solo se elevaba un centímetro
desde el suelo”, recuerda Fernando, uno de los creadores de la empresa familiar
Advector S.A.S.
La idea surgió gracias a que
Jaime, uno de los hermanos, es ingeniero mecánico con maestría en Ingeniería
Aeroespacial y comentó la idea de incursionar en el aeromodelismo. De los circuitos y sistemas internos de sus
creaciones se encargó Rodrigo, quien es ingeniero electrónico y tiene maestría
en Sistemas Adaptativos Complejos. Así,
los tres hermanos lograron meses después desarrollar un dron, con sello
colombiano, que se elevaba lo suficiente para poder exponerlo. “Esto fue
después de muchas pruebas, de dañar varios diseños y de dedicar mucho tiempo e
invertir mucho dinero”, señaló Fernando.
Hace 5 años participaron en la VII Feria de Jóvenes Empresarios,
organizada por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), donde se dieron a
conocer. “Para esa época se sabía poco
sobre los drones y creíamos que no íbamos a tener cabida, pero nos llevamos una
sorpresa. Hubo varias empresas que se
interesaron en el proyecto”, dijo Fernando.
El camino de estos tres
emprendedores no ha sido fácil, pues por la novedad de su invento, les cerraron
las puertas en varias fundaciones a donde fueron a buscar apoyo. “Muchos no conocían de qué se trataba y no le
apostaron al invento. Todo lo que desarrollamos lo hicimos invirtiendo nuestros
ahorros”, señaló. La ventaja que tienen
los diseños colombianos hechos por Advector es que los pueden adaptar a las
necesidades de sus clientes. “Además, si se daña una pieza o hay que hacerle
mantenimiento al equipo lo hacemos directamente nosotros, sin tener que
enviarlos al exterior o esperar que lleguen los repuestos de otros países. Se ahorra tiempo y dinero”, explicó Fernando. La semana pasada hicieron su primera
exportación a Perú, con una empresa que se interesó en sus modelos y ahora
están en negociaciones con otros cuatro países para abrir filiales de la
compañía en estas naciones.
Y si te gusta el Plan Lector puedes descargarlo y aplicarlo en la clase de matemáticas con un adicional, tiene 10 preguntas.
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